Dentro de la historia de Los Pitufos, uno de los personajes más interesantes y que caló en el público aunque fuera antagonista de los personajes azules, es el Gato de Gargamel. A este Gato que ha cambiado a lo largo de la historia, no lo trata nada bien la suerte porque siempre está en medio de torpezas y un amo poco tolerante que constantemente le castiga, aún así el gato se las arregla para ser paciente con su amo y lo soporta y continúa ayudando
Azrael tiene además del odio a los Pitufos alguna cosa más con su amo, ríe como él, una risa malvada y poco animosa. El Gato Azrael ha cambiado dentro de la trama de Los Pitufos donde era una gata y luego resultó siendo un gato. Pero también cambió en la actitud con Gargamael que le ignora cuando hace sugerencias y que le castiga cuando actúa con torpeza. En algún momento también se evidencia que el Gato se ha resentido cuando casi manifiesta alegría con los accidentes que le ocurren a su malvado amo.
En la casa gótica, donde habitan los dos en medio de pócimas y magia, la vida de Azrael transcurre aburrida y solo se ve animada por la cacería de Los Pitufos, por lo que su amo constantemente se aprovecha de él para enviarlo al poblado Pitufo en donde lejos de atrapar un Pitufo como espera termina recibiendo golpes o metido en problemas. Y aún así como insiste su amo con Los Pitufos armando mil intrigas insiste también Azrael aunque el suyo no sea el deseo de hacer sopa o convertir a Los Pitufos en oro, sino simplemente el capricho de un gato, atrapar un Pitufo que ya quizá hasta le parece una clase de roedor. El gato es muy peculiar y se ve muy diferente de lo que sería cualquier otro gato porque es uno de los personajes mejor delineados de la trama.